¿Terror al cambio?

El cambio es un lienzo en blanco. Bonito eufemismo. Preciosa frase motivadora desde la que se pretende invitar a ello. Los pintores, algunos, muchos, pueden describir maravillosamente como esa sensación no tiene nada de motivadora ni de preciosa. Entonces porqué queremos creer que ese aforismo nos convenza!!! Situarse ante el cambio es como pararse al borde de un risco, en el segundo no quieres tirarte pero en algún instante valoras la posibilidad de saltar, en otros momentos el miedo a poder caer te hace ver la remota posibilidad posible e incluso probable. Pues ante el cambio lo mismo, nos situamos en frente y aunque no quieres desfallecer, en algún instante valoras la posibilidad de saltar al vacío sin red, en otros momentos el miedo a poder caer te hace ver la remota posibilidad imposible y por supuesto improbable. Desalentador panorama. Virgencita, ¿que me quede como estoy? sí, si estás bien. No, de ninguna manera si no estás bien. Salta. ¿Qué es caer? ¿Cuál es el problema de levantarse? ¿Es que allí donde estás, estas sujet@? ¿confiad@? ¿segur@? Y como no me gusta mentir no te hablaré de control de riesgos, ni de minimizar daños. Te hablaré de minimizar tus creencias sobre las magulladuras, te hablaré de rebajar el umbral de tu dolor, te hablaré de aprender a lamerte las heridas. Saltar puede que te dañe, pero no te herirá. Quedarte quieto al borde del precipicio cuando lo que quieres es saltar no te dañará pero te herirá, y si nunca saltas te herirá de muerte o hasta la muerte. Cuentan, que uno que saltó gritó desde abajo que acababa de descubrir el terror… consistía en mirar hacia arriba e imaginar en volver allí!

 

(Diciembre 2016)

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