Mi nombre es Berta.

De mi biografía lo más relevante son mis ganas de vivir, mi objetivo de ser feliz y mi decisión de inspirar a otr@s a serlo. Por todo ello he creado RecreArte, una narrativa propia motivacional como camino de inspiración y movilización, aunque llevo haciéndolo desde que tengo uso de razón.

Dicen que comunico con coherencia, que mis charlas aportan claridad, que simplifico bien lo complejo y que mis talleres abren caminos.

Actualmente enseño y transmito desde la consciencia corporal y la inteligencia emocional centrada en soluciones. Relajación, Reflexión, RecreAción como camino a la regeneración. Desde niña he puesto al servicio ese talento y ya en la juventud empecé a articular la amplia estructura profesional desde la que imparto.

Yo abogo porque lo que nos defina sea lo que emana nuestro cuerpo, nuestra estela y nuestros actos más que lo qué escribamos en un CV. Por eso, en vez de colgar uno al uso con la lista de los muchos estudios y formaciones que he cursado, así como todo los trabajos y colaboraciones que he llevado a cabo, prefiero explicar mi evolución que es en definitiva lo que me condujo a crear RecreArte Abriendo Caminos.

Bailo, canto, escribo, comunico y enseño. También dirijo y coordino. Soy madre, empresaria y creadora.

He cursado muchas formaciones y escribir sus títulos simplificarían mi presentación, pero como no me representan elijo explicar sucintamente los estudios que realmente me han interesado, me han dejado huella y tiñen mi estilo: danza clásica y contemporánea, improvisación, tango argentino, Qi gong, Mezzieres, Bertherat, Feldenkrais, Katsugen (Seitai), bioenergética, yoga, canto, música, piano, escritura, inteligencia emocional, crecimiento personal, búsqueda espiritual, técnicas de desarrollo corporal y emocional en su dimensión psicológica, energética y espiritual, técnicas corporales terapéuticas, técnicas emocionales de gestión de personas, técnicas de movimiento, relajación y silencio en todas sus expresiones.

John Lennon decía: “La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes” y de ahí que aunque mi pasión desde niña ha sido bailar nunca ha sido mi profesión principal, la danza ha sido el eje de mi vida. Tras cursar oposiciones y estudios universitarios que nunca me interesaron empecé demasiado joven a trabajar en el mundo de la empresa. Se convirtió en una larga e intensa carrera dedicada a la gestión de conflictos y personas que me costó la salud. Esa (dura) entrega me sirvió para comprender profundamente la urgencia de tomar las riendas de nuestras vidas, de acercarnos a nuestra coherencia interna, y quise formar parte profesional de ello. Por eso el año 2000 abrí una consulta de acompañamiento personal y desde entonces la compagino con la maternidad, la creación artística y  la dirección de esa pequeña empresa propia.

Con 19 años me diagnosticaron una enfermedad incurable; desobedecí el diagnóstico y me curé. El camino: millones de horas de estudio de los factores que enferman a las personas y los que las sana. El precio: la imposibilidad de creer en dogmas estáticos ni medicinas, ni terapias reduccionistas.

Con 24 años me diagnosticaron unas lesiones musculoesqueléticas que me impedían bailar y me aseguraron que con los años me impedirían incluso subir y bajar escaleras; desobedecí el diagnóstico y hoy día, con más de 50 años sigo bailando. El camino: especializarme en técnicas de cuidado corporal. El precio: la búsqueda constante de lo que le sienta bien al cuerpo y la decisión permanente de acercarme a lo que le sienta bien alejándome de lo que le sienta mal.

Mi vida es un rotundo ejercicio de libertad. Un constante caminar hacia mi propia coherencia. Hay quien transforma las adversidades en un oportunidades, yo además elegí dar un paso más creando marca y enseño a hacerlo.

La maternidad y el anhelo de un cambio del paradigma social me llevó a formarme en nuevas formas de pedagogía como la viva, la libre y la del alma infantil. En esos años aprendí que un cambio de paradigma educativo no significa hacer las cosas de diferente manera por rechazo a lo anterior, sino como resultado de una reflexión muy, muy profunda que parte del propio cuestionamiento interno y que como consecuencia conduce a la investigación y después a la reformulación externa. También entendí que muchas teorías no pueden vivir más que en los libros. No obstante, creo que ante un necesario cambio de paradigma, deberíamos asumir humildemente que hay cambios que no pueden hacerse en una única generación, quizá ni en dos y que llevarlos a cabo orgánicamente sería menos doloroso y más fructífero.

Me felicito por haber desobedecido a tantos noes y haber tomado y seguir tomando las decisiones que me sirven de salvaje impulso vital para buscar mis propios síes e inspirar a otr@s a elegir los suyos para su camino.

Mi vida y la de otras muchísimas personas me ha enseñado que el poder de regeneración y de autorregulación del cuerpo, de la mente y del alma son inconmensurables y desde esa intención elijo mi abordaje profesional. Propongo juegos y dinámicas creativas de relajación, reflexión y autogestión creativa para que cada persona encuentre los procesos de su camino. Estoy en permanente formación tanto dirigida como autodidacta, especializándome en lo corporal, la relajación y la inteligencia emocional centrada en soluciones.

Todo lo que he hecho y he aprendido lo incorporo a lo que soy y a lo que ofrezco. Como bien reza la palabra “incorporar”, en el cuerpo lo llevo y desde lo que soy transmito.

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