RecreArte nace de la necesidad de desarrollar una vocación. De dar voz a mis talentos naturales. Soy creadora y generadora de movimientos y cambios. Para articularlo he creado una narrativa propia porque adoro enseñar. RecreArte es la materialización de mi gratitud hacia la vida.
RELAJACIÓN REFLEXIÓN RECREACIÓN REGENERACIÓN
Mi deseo es enseñar a frenar la vorágine diaria para crear calma e invocar a la serenidad para que emerja la claridad mental. Disponer de tiempo y espacios para poder labrar caminos de reinvención, de autodiseño y que un@ pueda RecreArse. Habilitar un ambiente de regeneración para generadores.
Uso la segunda A mayúscula para definir el trabajo de RecreArte porque apelo a la plasticidad del cerebro, porque las técnicas que uso para rediseñarnos las enfoco desde y para la creatividad, porque propongo juegos y dinámicas que nos acercan a nuestros objetivos. No transmito dogmas estáticos, dispongo un abordaje creativo para que cada persona encuentre su camino y cree su propio manual de vida.
Hace muchos años, movida por una voluntad de transmitir aquellas técnicas que a mí me habían ayudado, me formé para enseñarlas. En el camino redireccioné mi abordaje profesional porque me interesa más apoyar la “desinfoxicación” (desintoxicación de información) que transmitir más información. Me seduce más acercar a las personas a su deseo personal que mostrar y hacer seguir un manual de deberes. Reformular lo que no sirve, para poder actualizarse.
La base de mi labor es que las personas se redescubran y redefinan su propio estilo de anclarse a la vida.
Atiendo consultas y acompaño procesos de autoevolución personal, pero no soy coach ni terapeuta. Mi interés está en estudiar la complejidad de los procesos para poder transmitir su sencillez. Propongo una vuelta a lo simple, a lo esencial, a lo natural.
En las más de tres décadas que llevo estudiando y trabajando he aprendido mucho, muchísimo, lo suficiente como para saber a ciencia cierta, que a ciencia cierta, yo sé poquísimo.
He pasado de ser una radical de las creencias, a creyente de las mismas para después de cumplir los 50 seguir creyendo, a copia de pensar, que todo es relativo y que en este proceso de evolución inacabable y subjetivo lo mejor es simplificar.
Que casi nada es tan grave y que lo bonito está al alcance de quien lo quiere ver.
Que menos es más. Propongo un camino de vuelta a lo importante en vez de a lo urgente.
Lo que verdaderamente me resulta interesante es buscar la congruencia entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos. Desde ahí erigir tu propia vida e intentar teñir de eso a los de tu alrededor.
He buscado muchos maestros, terapeutas, libros y técnicas. De algunos he aprendido parte de lo que transmito, de otros cómo transmito y de otros he aprendido algo tan valioso como qué no quiero hacer y quién no quiero ser.
Elijo esta forma de trabajar porque es lo que sé hacer, porque me gusta hacerlo y porque obtengo buenos resultados. No considero que sea lo mejor, ni creo que a todo el mundo le convenga.
A quien va dirigida mi propuesta
A las personas que les interesa y sintonizan con lo que han leído en esta web. Gente que sea conocedora de su responsabilidad personal y esté abierta a explorar para crear nuevas visiones con el fin de crear sus vidas de forma más consciente y no que éstas sean creadas sin su consciencia.
Por esta razón tienes que estar dispuest@ a observar tu día a día para soltar lo que te debilita y daña e integrar lo que te nutre y sana.
Con los años he restringido mis consultorías a gente con la decisión de dar la mejor versión de sí mism@s a l@s demás porque han elegido disfrutar del bienestar ajeno y no sólo escuchar la insatisfacción propia. Personas que quieren hacer, no que dicen que quieren hacer.
Mi objetivo en la vida es ser feliz y mi decisión es inspirar a otr@s a serlo. Disfrutemos el camino hacia la utopía, con la mirada al cielo pero con los pies en la tierra.