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Cuando el buscador encuentra.
A veces nos hieren tanto el corazón que tomamos la decisión infranqueable de que no volverá a suceder.
Yo la tomé, una vez, hace muchos años confié en alguien que iba a ayudarme, me di, me entregué y con ello me perdí. No sabían suficiente como para gestionar lo que pretendían, pero pretendían poder gestionarlo todo.
Después decidí que nunca más me herirían. Me protegí sabia y acorazadamente. Nunca falló, hasta que te conocí a ti.
Hoy, contigo me di cuenta que había sanado esa herida. Pero me di cuenta después, contigo no lo mostré, te enseñé mi resentimiento y defendí mis razones, me fui cargada de deberes para poder perdonarlos
Llegué a casa, cené y me serví una copa de vino, te pensé y lo reconocí, ya había perdonado y mi corazón volvía a ser accesible. Lo supe porque sino TU no hubieses podido entrar como lo has hecho.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
(Noviembre 2016)