El círculo del hacer.
El final de algo reordena las piezas para el principio de otro algo.
Las lágrimas del adiós son el agua que bendice a la nueva bienvenida.
Los pedazos que se dispersaban en el esfuerzo del conseguir
ahora se reúnen en el disfrute del obtener.
Los errores vividos serán aciertos creados;
los desplantes, detalles resignificados;
y los olvidos rescatados, siembras de amor.
(27.Ago.20)