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No te muevas.
Tú sabes que no estás haciendo las cosas como deberías. Sabes que no sigues tu corazón, pero te dices que es lo mejor en aras de la estabilidad, de la concordia. De tus hijos, de tu pareja, de tu familia, de tu trabajo. Pero lo ves, ves ese camino largo e incierto que te está esperando, a menudo hasta te llama y tu lo desoyes, pero lo ves. Esperas el momento, ahora no lo es. Esperas a que lo sea, a que la cosa se vuelva cómoda y te invite a cambiar, a que las poleas de tu vida cambien y las fuerzas se repartan de otra manera que propicie un cambio de inercias. Te dices que llegará y que tu lo reconocerás. Sabrás verlo a tiempo y coger el tren que el tiempo te depara. Pero… ¿y si no?…¿y si nunca se da ese cambio de agujas en las vías? ¿y si la cuerda nunca para, para dejarte entrar a la comba? ¿y si la música nunca para y tú no sabes entrar en un uno del compás? ¿Lo tenías previsto esto? ¿habías pensado que quizá nunca es el momento, si tu no lo conviertes??? Ten cuidado, si sólo esperas el momento quizá no te encuentres a ti…[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
(Noviembre 2016)